Somos seres de Luz y cuando alcanzamos el mundo del chela es para inspirarlo, sostenerlo, encenderlo, dirigirlo y elevarlo a toda la perfección que su mundo pueda contener. …El libre albedrío es bueno, ¡pero la voluntad de Dios es mejor!

Somos seres de Luz y cuando alcanzamos el mundo del chela es para inspirarlo, sostenerlo, encenderlo, dirigirlo y elevarlo a toda la perfección que su mundo pueda contener. …El libre albedrío es bueno, ¡pero la voluntad de Dios es mejor!
El hombre, entonces, caminará en los lugares abarrotados de la vida y el Espíritu de Dios Todopoderoso brillará a través de él. Sus ojos no estarán llenos de condenación para él mismo o por su prójimo, sino que estarán centrados en la perfección de la Presencia omnipotente de Dios en su vida.
¡Sois los hijos del Sol, amados! Podéis hacer cualquier cosa mediante esa conciencia del Cristo Cósmico del Sol. ¡Cualquier cosa, os digo, es posible en Dios!
Una flor es así. La renovación de los ciclos es así. El uno asiente con la cabeza en las brisas liberando su Luz esencial, y el otro libera la Luz irradiada del sol, simultáneamente.
¿No es este el amor que todos buscamos? El amor que sanará. El amor que con solo una gota transforma el mundo de alguien. ¡Solo pensemos en lo que podríamos hacer si tuviéramos esa clase de amor!
Os aseguro que uno no se convierte en la Diosa de la Libertad en Armas sin librar la batalla con todas las fuerzas de la anti-Libertad en todos los niveles del cosmos de la Materia.
Os llamo a que consideréis cómo multiplicaréis los mantras de llama violeta por el rayo rubí, y el rayo rubí por el poder de los mantras a Shiva y ved qué podéis hacer para que limpiés las mentes, que purifiquéis la oposición, que limpiés esas condiciones que escucháis en los medios de comunicación.
¡Buscad convertíos en adeptos! Se ha dicho. Y lo digo de nuevo: Buscad ser adeptos. Sobre todo, no cometáis el simple error de estar satisfechos con vosotros mismos como estáis ahora.
No creáis, pues, que nosotros, del Consejo de Darjeeling evaluemos vuestras corrientes de vida como algo menos que héroes y heroínas vencedores. Sí, yo, El Morya, os digo que esto es así, ¡y es mejor que lo creáis!
Omri-Tas hace su morada con el Señor del Mundo en Shambala, donde él y su séquito de siervos del Altísimo han prometido guardar la llama de la libertad.
Amados, la solidaridad de Norte y Suramérica podría marcar la diferencia en la Victoria Divina absoluta para este planeta. Uniros y veréis como el ardor de libertad consumirá toda la oscuridad.
Abramos el libro (Comunidad de la Nueva Era) en la página que sigue a la del título. En esta página, El Morya describe el arquetipo de la comunidad.